Lo que precipitó todo esto no fue el 11 de Septiembre, ni un repentino darse
cuenta de que Sadam seguía siendo un tipo repugnante, ni el cambio de
liderazgo en USA. Lo que precipitó esto fue
lo que hizo Irak el 6 de Noviembre de 2000: cambiarse al euro como la moneda
con la cual hace sus transacciones petroleras. En el momento del
cambio puede haber parecido tonto que Irak estuviera renunciando a tal
cantidad de ganancias petroleras para hacer una declaración política, pero
esta declaración política se hizo y la, desde entonces, constante depreciación
del dólar contra el euro significa que Irak ha obtenido buenas ganancias al
cambiar sus reservas y su divisa para hacer las transacciones. El euro ha
ganado cerca del 17% sobre el dólar desde ese momento, lo cual también se
aplica a los $10 billones que están en el fondo de reserva de las Naciones
Unidas "petróleo por comida" de Irak.
La pregunta que surge, y la que se hizo George Bush, fue: ¿qué
pasaría si la OPEP de repente se cambia al euro? En una palabra,
se arma la grande.
Al final de la Segunda guerra mundial se llegó a un acuerdo en la conferencia
de Bretton Woods, por el que se fijó el valor del oro a $35 la onza, lo que
le convirtió en el Standard internacional contra el cual se medían las
divisas. Pero en 1971, Richard Nixon sacó el dólar
del "patrón oro": desde entonces el dólar ha sido el instrumento
monetario global más importante y solamente USA puede producirlo. El
dólar ahora es una moneda sin respaldo, está alto a pesar del déficit
récord de cuenta corriente y del estatus de USA como la principal nación
deudora. La deuda de USA, a 4 de Abril de
2002, era de $6.021 trillones contra un PIB de $9 trillones.
El comercio entre las naciones se ha convertido en un ciclo en el cual USA
produce dólares y el resto del mundo produce lo que los dólares pueden
comprar. Ya las Naciones no comercian para lograr ventajas comparativas, sino
más bien para lograr los dólares que necesitan para el servicio en dólares
de sus deudas externas y para acumular dólares como reserva, a fin de
mantener el valor de cambio de sus divisas domésticas. En un esfuerzo por
prevenir ataques especulativos y potenciales ataques perjudiciales a sus
divisas, los bancos centrales de estas naciones deben adquirir y mantener
reservas de dólares equivalentes a su propia moneda circulante. Esto crea un
apoyo incorporado para un dólar fuerte, que a la vez obliga a los bancos
centrales del mundo a adquirir y mantener mas reservas en dólares, haciendo
al dólar más fuerte.
Este fenómeno es conocido como "la hegemonía del dólar" , y está
provocado por la geopolíticamente construída peculiaridad de que las mercancías
críticas, principalmente el petróleo, se denominen en dólares. Todo
el mundo acepta dólares porque los dólares pueden comprar petróleo.
La realidad es, desde 1945, la fuerza del dólar reside en ser la divisa
internacional para las transacciones petroleras globales (es decir, "petro-dólar").
USA imprime cientos de billones de dólares
sin respaldo, "petrodólares" que son entonces usados por
las naciones para comprar petróleo y energía de los productores de la OPEP
(excepto actualmente Irak y en cierto grado Venezuela).
Estos petrodólares son entonces reciclados de la OPEP nuevamente hacia USA, vía
letras del tesoro u otros activos denominados en dólares tales como acciones,
bienes inmuebles, etc. El reciclaje de petrodólares es el precio que USA ha
extraído desde 1973 de los países productores de petróleo, por su
tolerancia al cártel exportador de petróleo.
Las reservas de dólares deben ser invertidas en activos norteamericanos, lo
cual produce un excedente en cuentas de capital para la economía de USA. A
pesar del pobre funcionamiento del mercado durante el año pasado, el valor de
las reservas norteamericanas está todavía un 25% más alto y el comercio un
56% por encima de su valor, comparado con los mercados emergentes. El
excedente de las cuentas de capital financia es el déficit comercial.
Puesto que USA imprime los petrodólares, ellos controlan el flujo de petróleo
y punto. Como el petróleo se denomina en dólares, con la acción del Estado
de USA y como el dólar es la única divisa para negociar el petróleo, puede
hacerse una discusión respecto a que USA,esencialmente,
posee el petróleo del mundo gratis.
Entonces, ¿qué pasaría si la
OPEP como grupo decidiera seguir el ejemplo de Irak y empezara a negociar petróleo
en euros? Explosión económica. Las naciones consumidoras de petróleo
tendrían que hacer salir sus dólares de las reservas de sus bancos centrales y
reemplazarlos por euros. El valor del dólar
se vendría abajo y las consecuencias serían las que podrían
esperarse de cualquier colapso de divisa e inflación masiva (piense en
Argentina, por dar un ejemplo). Los fondos extranjeros podrían salir
atropelladamente del mercado de valores norteamericano y de activos en dólares,
habría una corrida en los bancos como la de 1930, el déficit presupuestario se
incumpliría, y así sucesivamente.
Y esto sólo en USA. Japón sería, particularmente, golpeado duramente a
causa de su total dependencia del petróleo extranjero y de su increíble
sensibilidad al dólar estadounidense. Si la economía de Japón cae, caerá
también la de muchos otros países, especialmente la de los Estados unidos en
un efecto dominó.
Este es el efecto potencial de un "repentino" cambio a euros. Un
cambio más gradual podría ser manejable, pero aún con esto cambiaría el
balance financiero y político del mundo. Dado el tamaño del mercado europeo,
su población, su necesidad de petróleo (Europa importa mas petróleo que
USA), el euro podría rápidamente
convertirse, de hecho, en la moneda Standard para el mundo.
Existen algunas buenas razones para que la OPEP como grupo siga a
Irak y empiece a valorar el petróleo en euros. Hay pocas dudas de que ellos
podrían disfrutar de la oportunidad de hacer una declaración política después
de años de tener que rebajarse ante USA, pero hay sólidas razones económicas
también.
El poderoso dólar ha reinado supremo desde 1945 y en los últimos años ha
ganado aún mas terreno con la dominación económica de USA. Para finales de
los 90, más de las cuatro quintas partes de las transacciones en moneda
extranjera, y la mitad de todas las exportaciones mundiales, fueron hechas en
dólares.
El punto más importante de la guerra de Bush contra Irak es, por supuesto,
asegurarse el control de esos campos petroleros y revertir su valor a dólares,
y luego incrementar exponencialmente la producción para forzar los precios a
bajar. Finalmente, el otro objetivo de la guerra de Bush es amenazar con tomar
acciones significativas contra cualquiera de los productores de petróleo que
pudieran cambiarse al euro. A largo plazo, entonces, no
es realmente Sadam el objetivo: es el euro y, por supuesto, Europa.
No hay forma que USA vaya a cruzarse de brazos tranquilamente y dejar a esos
"advenedizos europeos" tomar las riendas de su destino y, mucho
menos, de las finanzas del mundo.
Por supuesto, todo depende de que el loco plan de Bush no se convierta en el
desencadenante de una Tercera Guerra Mundial, como puede suceder.
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